
Boat Beam, grupo que conocí un domingo en el picnic, cuando aún no habían sacado su primer disco, un verdadero descubrimiento, tres chicas que tocaban una música que no se podría etiquetar porque ya con la variedad de sus instrumentos, violín y violonchelo se rompen los esquemas del pop.
Ayer, sábado 12 de diciembre dieron un concierto en Moby Dick espectacular. ¿dónde estaban esas tres chicas tímidas?En el Low Cost, aunque llevaron batería y bajista el concierto sonó algo parado, pero ayer, producto de su nuevo disco, su evolución, su camino a la perfección les premitió jugar más con los ritmos y olvidar esa esencia melódica para ganar terreno a esa base rockera, con puntuaciones jazzísticas.

Sus extraordinarias creaciones dotan de una personalidad a este nuevo género de las que serán percusora que podremos llamar Rock Sinfónico. Es difícil no admirar como saben compaginar y trasladar la importancia a veces a la voz, otras a los instrumentos, se deslizan por la excelencia sin abandonar el esplendor que guardan sus composiciones e interpretaciones.
La batería rítmica y estructurada les da ese toque trival, con un bombo marcado que te hace perderte y encurdarte con las delicias de su música. La voz, creo que ella sola se define mejor que nadie, dulce y agresiva, potente y tímida, recta y curba, brilla por su magnificiencia. El violín y violonchelo le dan ese toque sinfónico y original que acompañados del piano cogen matices más pop. El bajo, con sus matizaciones y su soul hacen que todo derive a sonidos más rock.
Fuera de estereotipos y modas, de etiquetas y prejuicios se atreven, arriesgan con sus creaciones y evidentemente han conseguido posicionarse en una de las mejores bandas existentes, lo primero, porque ofrecen diversidad, personalidad y no puedes decir suenan como… a pesar de que en su myspace encontremos comparaciones con: Debussy y Satie, The Cinematic Orchestra y The Divine Comedy. Lo segundo, porque demuestran sus conocimientos musicales y la perfección en su ejecución, porque llegan a la gente, saben comunicar, transmitir emociones, y vibrar con su música.

Entre canción y canción, la ternura se desprendía por Josephine al hablar castellano ybuscar, hasta ahí, la palabra perfecta en su castellano con acento australiano. Las miradas en el grupo, cómplices entre ellas, y esa armonía interna que tienen se palpaba desde fuera del escenario, por lo que te hace formar parte del proyecto, no eres un espetador, eres una persona que colabora a que ellas sigan creyendo en su trabajo, agradecidas y humildes se mostraon ante un Moby Dick lleno, en el que respirar se estaba convirtiendo en un reto. Todo un exitazo el concierto. Hicieron un pre-final apoteósico en donde la sala tuvo una explosión sonora tan visual como los mejores fuegos artificiales, fue un wow wow wow, un no poder respirar por miedo a contaminar eso sonidos.
Dejaron el listón muy alto, para que el bis, fuera una continuidad, pero, era evidente que se guardaron grandes ases en la manga, como una impresionante verisón de The Beatles «I’m the walrus», hicieron esta canción tan suya que si lo beatles la escucharían se rendirían a sus pies.
Me quito el sombrero ante esta formación, porque son realmente buenas, cosas que se agradece en un mercado en el que parece que todo el mundo es bienvenido.

Por último y no menos importante. UTAH AL BAJO. Nuestro gran Utah,¿Nuestro prefe de The Right Ons? Aunque solo le hubiera visto la silueta negra era imposible no reconocerle, esos moviemientos llenos de groove, ese swim rítmico, esa manera de puntear las cuerdas como si fuera lo más fácil del mundo..Su personal toque, esas gafas.. le hacen inconfundible.
Esperé hasta el final del concierto para saludarle, y evidentemente, todo un amor, pero ¿a qué no sabéis lo que hizo? QUEJARSE de que nadie de sus «amigos» fuera a verlo, pero estaba en compañía de su hermano así que… otra queja en vano. Espero que The Right Ons se suban pronto al escenario… Me adelantó que ya tenían unos 15 temas… AAAAAAAAAAAAAG, lo que daría por escucharlos.
La noche acabó, para Sabrina, Carlos y a mí, en la sala el Sol, porque después de ese conciertazo, cualquier bar de rock nos podría parecer insulso, así que optamos por ese funky, y música a los 50 que pusieron en la mítica sala, donde, las noches que paso ahí, cada vez son más surrealistas. Y, por primera vez, no fui yo la que fue a saludar a Juan (The REBELS), pero porque no lo vi, no voy a ir a estas alturas de digna, que todos sabemos mi punto de frikismo, pero me saludó él, y tan simpático como siempre, así que deseando que el 28 de abril llegue, porque tocan en el festimad. ¿os apuntáis?
Las escuché el otro día cuando me dijiste que ibas al concierto y me quedé hipnotizado. La crítica me ha parecido muy buena, y las fotos espectaculares.
Vaya, parece que fue un buen concierto. Mi hermana me dijo que tocaban, no sabía que ibas y nos fuimos todos al cine. De haberlo sabido … aunque ayer no tenía el cuerpo para muchar verbenas ejem ejem … viernes total!! Jaja!!
Pues estuvo genial. La verdad es que su nuevo disco me tiene…
Que buena pinta tuvo la noche.Una pena no verte y no saber que estabas por ahí, yo estaba en la Costello (muy cerquita de la Sol). Sera el precio que tengo que pagar ahora que me he quedado sin smartphone, no mails no whatsapps.
Un beso!!