En el ciclo de la casa encendida cuyo título es #soundays, ayer el artista fue Patten, y no soy una gran entendida en este género pero ¿Sonar a todo y a nadie a la vez es posible? Muchas capas hacían un sonido barroco, recargado, sin esencia, sin personalidad, sin aportar nada, totalmente música silenciosa.
Audiofisuales que le acompañaban horteras y a pesar de estar sincronizados no iban acorde con «emociones inexistentes» ni siquiera te encauzaban a tenerlas o hacerte una idea de qué es lo que se pretendía.
Empiezo a temblar, un auditorio lleno de gente, con estética de patrón en su mayoría aplaudiendo y emocionados, encantados con el concierto y me pregunto ¿Ha llegado un punto en el que la música no sirve para comunicar ni sentir? ¿Sirve simplemente para entretener y pasar el rato? ¿para escribir en el tweeter o facebook que has estado allí? Sigo sin creerme que todo sean buenas críticas y que nadie comente lo cutre que quedó que el artista esperase en el escenario a que la gente entrase, que ya empezado el evento tuviera que mover los monitores, los acoples incesantes del principio. Sonidos brutos y sin elegancia.
Desubicada.
Perdida.
No entiendo nada.
Y voy a poner el único comentario que no ha sido comepollismo.