Rufus T. Firefly esas luciérnagas que no se extinguirán

Creo que podría hacer una crónica tan detallada del concierto que daría miedo. Como Julia miraba entre sonrisas a sus componentes mientras giraba su baqueta, y cantaba todos los temas con una energía. Sara se escondía con la mirada hacia abajo pero tras mirar al público tímidamente sonría, Carlos buscaba entre el público para sentir su apoyo, Alberto controlaba voces, teclado y percursión extra y silenciosamente entraba y salía, y Víctor se emocionaba al mirar al infinito del Costello, buscaba las palabras adecuadas y desgarraba su guitarra. Miradas cómplices, sonrisas que hablaban y escondían el descontento por la mala profesionalidad del técnico denunciada en otro blog – http://lacomunidad.elpais.com/musicaindignada/2011/7/23/vergonzosa-gestion-del-costello

Pero empezaré por la canción que me dedicaron con la frase «la persona que más ama a este grupo» Me morí de vergüenza, pero me hizo mucha ilusión, aunque con su música ya me agradecen todo lo que hacen. Si amo a este grupo, si creo en este proyecto es porque solo me bastó escucharlos una vez para que mi corazón volviera a vibrar y me diera cuenta de que la vida está llena de sorpresa. Escucharlos fue ese bombón que tiene una pinta increíble pero que por mucho que imagines su sabor no esperas que sea tan delicioso. Y porque escucharlos siempre me hace pensar y sonreir, y sobretodo volver a escribir, una de mis pasiones frustradas que creí que formaban parte del pasado. Desde el 2003 al 2006 lo único que escribí fueron exámenes, apuntes, pero nada en un cuaderno que guardaba en mi mesita, pero al escucharlos, vivir su directo, retomé ese cuaderno y escribí esta frase: «No importa hacerlo bien o mal mientras lo sientas de verdad, hoy he escuchado a un grupo que me ha hecho comprender que si sale desde dentro el resultado siempre será perfecto. No sé que tiene, no sé que ha sido, pero puedo definirlo como una hora y cuarto llena de encanto». Y si amo a este grupo, pero nunca demasiado, además los amores platónicos son los mejores, nunca defraudan y son eternos. 🙂

A Rufus T. Firefly no les hacía falta reinventarse, ni recrearse ya eran buenos, pero su perfeccionismo e inquietudes, su silencio les ha hecho mejorarse. Los temas de su E.P sonaron con la energía suficiente para crear un nuevo universo, los temas de su primer álbum se vistieron con la sombra de este segundo E.P, y las versiones se adaptaron a ellos. Versionar a Havalina, grupo que les había invitado no solo fue un gesto bonito, fue un atrevimiento por su parte, pero se me puso la piel de gallina y mi sentidos se abrieron, como cuando en danza te dicen Free Freezer sentirte libre pero siendo congelada.

Destacar que por fin Julia tomó la primera fila para contarnos Dentro de 7500 años lo que pasará o no.

Raquel, de Pequeñas Piltrafas, subió a escena dejándonos también callados con un tema cuya letra compuso Sara, preciosa, y lástima que no la haga pública porque en ese momento quise odiarla, es exactamente lo que Víctor dijo que ves algo que hace una persona y te preguntas ¿Cómo es posible?¿cuántas partes tiene su cerebro?¿dónde está el secreto? El secreto está en tener talento y todos los que ayer estaban en ese escenario, destacar la colaboración de Alberto porque fue tremenda, podrían haber repartido (un poquito de talento) para cada uno de los que estábamos en el público, exceptuando a Santi (dibujante), los músicos como Álex ferreira, Manuel Cabezalí de Havalina, miembros de Inlogic, Sam y John (The Bleach)y el futuro ingeniero de Sonido Sergio López, que ya tienen su porción innata de talento.

Tuvieron problemas técnicos (que empiezan a ser típicos del Costello). Yo creo que Sara se presentó tan rockera que dio miedo al propio sonido y por eso al principio su ampli se enmudeció :). Víctor tenía tanto que decir que prefirieron que susurrara y a Julia bajo esa sonrisa y minúsculo cuerpo entendieron que había un monstruo frente a la batería y probablemente el costello hubiera sido derrumbado, pero no fue suficiente para que ellos no sonaran como tenían que sonar. Se sintieron arropados como para seguir sonriendo y dejarse la piel en ese escenario. Saltaron las pequeñas piedras, no llegaron a tropezarse, pero llegaron al final con un aplauso que probablemente nunca sonará en un festival lleno de gente, porque en ese aplauso no solo se decía Bravo,era intenso y consigo llevaba el adjetivo impresionante.

Todos los que allí estuvimos disfrutamos de nuevo de Rufus T. Firefly y nos demostraron lo que dijeron en una entrevista, que han vuelto para quedarse, lo que no se esperan es que no solo se van a quedar es que van a llegar más lejos de lo que se puedan imaginar. El tiempo siempre pone las cosas en su sitio y ellos se están ganando el suyo con su trabajo.

Ahora tengo ganas de más 😦 . Así que esperaré ansiosa la noticia de otro de sus conciertos. Porque a pesar de todo esa hora y media volvió a ser perfecta.

Repetería ese concierto una y otra vez y no cambiaría ni al técnico, porque incluso así saben llegar a la gente, dejarte sorprendido, y conseguir gustar (porque fui acompañada de Nita, que no los había visto nunca en directo y les encantó). Porque son grandes músicos lo mires por A, por B o por C o el abcedario entero. Pero vamos, que parecía que en la mesa de sonido había un Van Gogh, junto con Beethoven y algo de Cervantes, una pequeña broma macarra, pero la diferencia es sque estos tres artistas podrían desarrollar bien su trabajo. 🙂

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3 Comments

  1. Está claro que amas a este grupo, y además transmites ese amor a los demás. Yo iba ya totalmente dispuesta a que me gustaran, y a pesar del mal sonido me lo pase genial y disfrute muchísimo. Sin duda un gran concierto!!

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