El teatro de la Abadía siempre trae buenas creaciones y obras de teatro. Este caso la obra de Woody Allen no ha sido una excelente adaptación, sino que el elenco de actores, no ha podido mejorarse. La única pega es la disposición de escena. Evidentemente es original y vanguardista. El público se sitúa alrededor de donde ocurre la escena, eso da problemas de visibilidad, pero por otro lado puedes encontrarte a un grupo de ancianas en los sillones colaterales del sillón principal con las que echarte unas risas.
EL humor de Woody Allen, la paranoia de los personajes, los caprichos contradictorios de la vida, la realidad fea y nada de quererla hacer bonita, evitar esos finales felices que maquillan los problemas y te crían pájaros en la cabeza, simplemente deliciosa obra para saber que las parejas tienen problemas, y que si los ignoras puedes seguir en pareja…
Los seres humanos nos engañamos constantemente en búsqueda de ese estereotipo creado por el cine, la literatura, o las artes en general, esa creencia de que la felicidad tiene forma, cuando realmente la felicidad es lo que nosotros queremos que sea. Yo la recomiendo, estará en Madrid hasta el 24 de febrero: http://www.teatroabadia.com/temporada/ficha.php?id_obra=381
También lo que nosotras vimos a lo mejor vosotros no lo podáis ver. Había una señora de unos 80 años justo en la localidad del sillón de al lado de los personajes, y cuando hablaban de separaciones, o de que no eran felices en el matrimonio se indignaba y se ponía como a rezar, y cuando decían que se querían se alegraba tanto… Se escandalizó cuando en un momento se bajaron los pantalones… Fue para verlo.