Los vivos y los m(íos). Turlitava teatro

¿Te gusta vivir el teatro? ¿Te imaginas estar dentro del escenario mientras sucede la obra? ¿No lo sabes? Porque no lo compruebas y vas a Turlitava Teatro (C/Tres peces, 34. Metro Lavapiés o Antón Martín), y disfruta de la obra Los Vivos y los m(íos). Los Jueves y los viernes a las 21.00 h, los domingos a las 20.30. El aforo es limitado e íntimo así que tienes que hacer tus reservas en : reservas.losvivosylosmios@gmail.com Precio: 10 €

Una antigua tienda de lavapiés ahora es un teatro que acoge acústicos. Los vivos y los m(íos) es una obra de José Cruz bajo la dirección de Álvaro Tejero. [y como dijo Javi Delgado en el acústico de la Caja de Alcapone: «muy orgulloso que tiene que estar»] Esta obra se desarrolla en cuatro espacios, la entrada, el pasillo, una habitación auxiliar y un sótano. En vez de cambiar el mobiliario, atezo y escenografía, se mueven a los espectadores. Una adaptación espectacular del espacio a la obra, orginal y distintivo. Entras dentro de la obra sin querer, la cercanía hace que se viva una experiencia completamente distinta a la acostumbrada en las artes escénicas. El problema, que hay zonas de visibilidad reducida y tal vez no puedas observar todos los detalles. Las emociones son intensas, y destacar la creación del ambiente a través de todos los sentidos, el olor cobra especial importancia, un detalle que me encantó.

No podemos olvidar destacar la interpretación de: Alberto Basas, Patricia Domínguez, Luna Paredes, Victoria Peinado y Paco Puerta. No es fácil trabajar con el público pudiéndote oler los nervios, pero ellos lo tenían controlado, además de que transmitían lo que el personaje sentía,  era real, para nada sobreactuación, a veces te daban ganas de ser un espontáneo, porque te lo crees de tal manera… (Siempre que estés con la predisposición adecuada, y yo lo estaba 🙂 )

El drama se va desvelando durante el acto, una chica fantasma (que hasta el final no sabes realmente el porqué), una chica joven con maleta en mano va a enterrar a su abuelo, supuestamente, al pueblo donde nació.  Un chico de pueblo, embelesado por la chica tiene la predisposición de ayudarla, porque tanto el alcale, como el cura, así como la hostalera se oponen a la realización de ese entierro.  Un pueblo que vive en el dolor del silencio, que guarda secretos en el resentimiento de la justicia. ¿Qué les une? ¿Por qué tanto revuelo? ¿por qué ir a enterrar a su abuelo 30 años después y precisamente ahí?

No os lo voy a contar, tenéis que ir a verla, eso sí, cuidado para los que sufren del corazón, porque vivir el teatro es agradable, pero también arriesgado. 🙂

¿Os la vais a perder en serio? Es de las mejores que he visto y probablemente la única que «he vivido»

 

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