Dentro de toda mi vida digital, tengo una vida analógica, y otra vida tradicional. Esta última se encuentra en Tomelloso, el pueblo de Ciudad Real donde he crecido, viven mis padres, y tengo (supuestamente en herencia) una panadería, chiquitina y tradicional, lo único que no hace mi madre es el Pan de Cruz, que es de denominación de origen y se hace con horno de leña, su proceso es artesanal y costoso, pero tenemos un horno de leña, aunque en desuso.
Esta mañana me he levantado, y.. he bajado a por algo de desayunar, la verdad es que la panadería está encima de mi casa, por lo que mi hogar huele a pan y dulce.
Entre un mostrador lleno de cosas, porque estaban recién colocadas, recomiendo los triángulos de chocolate, aunque hay que decir que los croissants también saben bien, aunque me gusta todo, soy bastante dulce, pero en gusto, luego en la realidad como que no tanto. xD
Falta parte del mostrador no daba a las nueve de la mañana para hacer una gran foto, así que he optado por la naturalidad.
A parte de comer también despacho y ayudo en las labores de limpieza y coción del pan.
Una vez fermentadas las barras hay que rajarlas para meterlas al horno, aunque muchas veces tienes que estar marándolas e ir cambiándolas de un lado para otro. SI están muy fermentadas necesitan frío, si necesitas fermentarlas necesitan calor, si necesitas mantenerlas, échate las manos a la cabeza porque ya es todo un no saber qué hacer.
También es complicado saber cuándo hay que meter barras, si vas a necesitarlas o no, porque si es difícil calcular el pan que se consume en un hogar, más difícil es calcular la hora y el pan que se consume en varios hogares.
Es un negocio que tiene una imagen de cierta «magia», pero tiene un lado oscuro al que mejor no pasar. xD
Una vez cocidas, esa masa blanca coge algo de color y queda como véis en la foto. Lo más curioso cuando estás detrás del mostrador es como la gente cataloga el pan, así como acertar con sus gustos, es solo una barra, pero tiene mucha más miga de lo que parece, blancas, morenas, crujientes, ronchonas, estrechas, anchas, altas, bajas … Si es que para gustos los colores, qué os voy a decir yo.
Lo que más corage me da es que cuando están ardiendo, que te quemas, se las das a la gente y aún así, te dicen: ¿pero será de hoy?¿está caliente? y yo digo, cógela, cógela, y siempre hacen Ups, y sueltan la bolsa. La gente que viene es bastante curiosa.
y os dejo con las tortas de Mosto que solo se hacen en septiembre.
Esta entrada me ha dado un hambre… lo que daría por un triangulo de chocolate de esos de los que hablas mientras veo la final del Eurobasket.
Besos y buen viaje de vuelta a Madrid!
Umm, nunca he comido la torta de mosto… Con lo que me gusta a mi el mosto…
Un vicio,,,