Cuando escuché Get Cold Feet me quedé paralizada, me encantó, me pareció un trabajo imprescindible en mi discografía y evidentemente ahora está en la sección VIP, en el spotify lo tengo quemado, y el videoclip en el youtube lo tengo ya saturado, pero es que, ¿qué le voy a hacer si me encanta? Uno de mis temas preferidos es Atom Bomb. Su música tiene una gran potencia instrumental, y una voz que se desliza por las notas como pez en el agua.
Otro de los grupos, que cuando los escuché me gustó mucho, pero cuando fui a la sala Lemon a verlos terminaron de convencerme, y pensé: «de lo mejorcito de música española», ellos son Holywater. Imprescindibles. Otros cuya música no se describe, se escucha. Cada tema te gusta más, y cuando parece que el concierto no se puede mejorar, lo mejoran. Un rock expresivo y guitarrero, donde la voz es tan importante como la parte instrumental.
Pues… El 30 de septiembre, estos dos grupazos tocan juntos. En la sala caracol de Madrid, y… Evidentemente, voy a ir. ¿Quién se apunta? La niña imantada puede ser porque Holywater le encantó, y Cacharito espero que me diga que está en madrid, puesto que a Holywater los conocí por ella, y como buena gallega defiende lo que en su zona se crea (aunque a mí me gusta más el licor café que a ella) 🙂
Me atrevo a describir este concierto como uno de los grandes conciertos del año.
Su música son unos coloridos fuegos artificiales donde el estallido inspiran un ¡ooooh! Combinaciones atentas y ritmos rockeros con una melodía enérgica que sorprende.
Eso sí es un concierto!qué envidia me das. Ahí te quiero ver de grupi grupi en primera fila dándolo todo, como te pusiste a bailar en el patio de Tomelloso cuando los pinchaste. QUé momentazo, como hubiera tenido cámaram ahora sí que serías famosa!
jajajajajajaja. Lo mejor es por lo que empecé a pinchar en el patio. Esa historia no la he contado, pues resumo. El único sitio que había para aparcar era en toda la puerta del bar, y pasamos y estaban poniendo «el pescao», según entré me fui. Y entonces nos seguimos tomando el refrigerio en la puerta, abrí el coche y me puse a poner canciones. Salió el dueño del bar, le gustó no sé queé, y me dijo «Mapi. tira pa dentro a poner música». Mapi obediente fue para adentro. Y… en la canción de maryland me emocioné y me puse a bailar como si no hubiera mañana!!!
De ese día me acuerdo hasta yo, porque fue el único que estos dos salieron y al estar la barra de por medio no podían hablar y recuperé a mi novio. Su baile fue buenísimo.