Sí, invitamos a la Caja de Al Capone a tocar en el salón de nuestra casa. ¿Cuál fue el resultado? Un salón lleno de gente conocida y desconocida para mí, y que terminó siendo conocida. Fue una experiencia increíble y sobre todo, fue algo que no sabré como agradecerles que cedieran a tocar en unas condiciones tan pésimas. Fue increíble. ¿Qué os puedo contar que nos haya contado ya? Son una banda que cada concierto es diferente, por eso creo que este miércoles 13 de junio, todos deberíamos estar en el juglar.
Miro atrás y alrededor también, y recuerdo el concierto en el que los vi por primera vez, y desde entonces, cada concierto ha sido una aventura tan apasionante como la vida misma, sus temas me parecen que tienen vida propia y ellos consiguen que lo puedas hacer tuyo. Es imposible no enamorarte de ellos, no caer rendido a sus encantos musicales.
La Caja de Alcapone son La mejor enfermedad para afrontar cada día, y conseguir que no siempre sea la misma canción. Tienen una extraña habilidad para hacer que el final del concierto siempre sea una dulce despedida que aunque amarga te hace sonreir, son ese cirujano que sin esperar nada consiguen que el año cero esté lleno de recuerdos. Son re-increíbles, y realmente es un grupo que podría asistir día tras día a un concierto suyo y seguir queriendo más.
Son carismáticos y geniales, es un placer escuchar sus canciones, verles en directo, y disfrutar de cada momento que nos brindan con su música, porque es el mejor postre para acabar cualquier día, minuto, segundo…
Simplemente INCREÍBLES.