Luis Piedrahita – Magia de Cerca

Volvimos Charo y yo, acompañadas en esta ocasión de Cristina al II Festival Internacional de Magia, esta vez a la sala Parish y a ver Magia de Cerca a cargo de Luis Piedrahita. Su primera frase fue: «Buenas noches» perdonar que venga con estas pintas. ¿Perdona? Llevaba un jersey de Loreak Mendian muy buen conjuntado con sus converse. ¿Pintas? … A las chicas de Alegría y decisión esa frase no les hubiera hecho mucha gracia. Exactamente llevaba el modelo Shawl Collar Haddock. Entrar en la shoponline de Loreak y lo podéis comprar al 50%. ¿Publicidad? Puede ser pero es que hay que hacer favores a los amigos, y más si hablamos de la señorita de Los entresijos de la Moda.

Evidentemente el Show de Piedrahita iba acompañado de monólogos, algunas partes ya las había visto, pero no le puedo culpar, eso me pasa por ser fan e ir varias veces a verlo, pero me sigo riendo igual. Otras hicieron que mis abdominales trabajasen, la mezcla entre lo inesperado y No me lo puedo creer no consiguieron que se me salieran las córneas de sus cuencas, pero sí, que mi mandíbula se dislocara.

En esta ocasión la magia fue protagonizada por monedas, muy bonitas, como dijo Mariti, señora del público (tengo que reconocer que Piedrahita tonto tonto no es, cada vez que alguien del público era el elegido, era de género femenino xD, ¿Casualidad? jaja)

Durante casi hora y media Luis Piedrahita nos dejó a todos mudos. Las monedas, ese tesoro aparecía y desaparecía por donde el quería. Los «Jo-der», ¿«NOOO?» del público asombrado no dejaban de sonar y las risas ambientaban esa «pequeña sala». Es imposible no creer en la Magia después de ver eso. Tesoros que atraviesan mesas, esponjas que absorven tesoros, tesoros que se transforman, que viajaban en el espacio, esa incertidumbre de no saber que va a pasar, ni de poder conestar el ¿cómo lo hace?. Tal vez, si nos cuenta el truco, no creamos en la magia nunca más, así que dejémoslo así.

El tiempo pasó rápido, nos hubiésemos quedado horas y horas dejándonos sorprender, además de las risas que nos hubiésemos echado, porque Piedrahita nos demuestra que a parte de buen monologuista la improvisación la domina, y… sigue teniendo gracia. Es un gran comunicador, ya que enlazar la respuesta que le dan con lo que él quiere decir, y eso no es tarea fácil, muchos periodistas y gente cuyo público son los medios de comunicación pagarían por tener ese don.

Yo, es un espectáculo que os recomiendo encarecidamente, pero dudo que queden entradas. Hay que espabilar… También hay que decir que yo le soy muy follower,  entonces es difícil que se me escape este tipo de eventos, y si a esto le sumamos que Charo es el infinito de follower más que yo, pues… no es que sea difícil que se nos escape es que se convierte en imposible 🙂

Hoy, volvería a verlo, pero ya tenemos entradas para ir a ver Grooming al teatro de la abadía. 🙂