Los viernes, es el día que más me gusta salir por Madrid. No me preguntes por qué, pero es así, todo el día trabajando, activa, salir y desconectar es un placer, así hay dos días más para perrear antes de que vuelva el lunes.
Charo y yo, solemos salir por Madrid a lo Pili y Mili, pero en versión punkarra xD. Este viernes cambiamos los planes, primero fuimos al concierto de Arctic Monkeys, a esta aventura nos acompañó Óscar. Miles Kane, bien, como imaginaba. Mientras esperábamos a que empezara Arctic Monkeys de repente aparece a nuestra espalda Nacho. Sí, Madrid es pequeño, y el Palacio de los deportes también, si tan solo éramos 15.000 modernos, era evidente que nos teníamos que encontrar a alguien. La gente irrespetuosa fumaba. Arctic Monkeys en su línea, no esperaba ni más ni menos. Sus temas se parecen bastante, pegadizos, te hacen moverte, el sonido correcto, escenografía sencilla, y corto. Me reitero en que ODIO EL MOMENTO OTRA. Estás de subidón, se van, te enfrías, y cuando vuelven ya es difícil volverte a subir. Destacar que hicieron un cover de Skrillex.
De camino a adentrarnos en la noche madrileña fuimos al mítico Ramones fan club o Nueva Visión. (C/ Velarde 5). Según llegamos y pedimos la primera copa sonó: The Footloose Doll de The Brian Setzer Orchestra. También evidentemente pudimos deleitarnos con I want You Around de Ramones. Charo y yo nos crecimos, hay que decir que el camarero muy amable nos llamó señoritas y nos dedicó una de sus mejores sonrisas. Cuando llegó el momento de continuar con la segunda cambiamos el tercio de canciones y sonó Loquillo y su Feo, fuerte y formal, también Cadillac Solitario entre otras.
Una vez acabado el calentamiento nos dirigimos al Wurtlizer. Bar que nos encanta y donde acabamos casi todos los viernes. Hay pocos bares donde pinchen:
Como también empieza a ser frecuente nos encontramos a Alberto, el crudo, y ya éramos los tres mosqueteros que nos dividimos en cuatro equipos para empezar el juego. :)Antes de empezar a jugar, nos encontramos con Adolfo actual técnico del hard Rock Café, y también de Boat Beam, un chaval remajo, y divertidísimo, con el que nos echamos unos bailes.
Conocimos a dos chicos bastantes majos, que resulta que eran miembros de la banda novel Driver Polonia, lo cual yo entendí colonia y les dije: «Ah, olís bien, así que …» y fliparon un poco. Tocan en marzo en el Nasti, así que estaré atenta a la programación porque ahí estaré. David era el doble del arquitecto, pero su amigo, no lo sé, aunque tampoco me importaría saber su nombre ;).
Posteriormente, tras dar varias putivueltas, encontré a un conocido. El chico del que ya hablé, el de la voz, esa voz rotunda, que me enamoró, pero que tras unas largas conversaciones se despidió con un beso en la mano y me dijo soy Alberto. (Ver post de Noches difuminadas)Era la segunda vez que coincidía con él. ¿será el destino? ¿Estaremos predestinados?. Volví a hablar con él, la conversación tuvo los mismos tintes que la primera, divertida, graciosa, extravagante, surrealista e interesante. Me pidió el teléfono, pero todos sabemos que nunca llamará, pero esa noche fue interesante y emocionante saber qué alguien se interesaba por ti. No sé nada de él, pero tampoco me hace falta, los amores platónicos son los más bonitos, porque crear un personaje al que le puedes poner cara, mola. Era bastante mi estilillo, delgadito, gafas pasta, sonrisa con hoyuelos, moreno… Qué pena que no me quisiera. También conocí a su amigo Glen, que era supergracioso y según él fue el técnico de imagen del concierto de los Arctic Monkeys.
¡Qué bonitos y perfectos son los amores de una noche!
Diario de.... 