Taller de optimismo y sentido del humor con PSICODE

El otro día estuve en el taller de Optimismo y Sentido del Humor de Psicode. La verdad es que me sentó muy bien. Y no solo fueron dos horas y media que se pasaron volando, sino que fueron dos horas y media de aprender y disfrutar.

Hay que tener en cuenta que es un taller, y que es para «mentes sanas». jajaja.

La compañía, es decir, el grupo que se hizo fue muy bueno.

El taller se dividió en dos sesiones, ahora voy a poner con las cosas que me quedé, pero la técnica para bloquear esos pensamientos negativos me la guardo para mí.

El pensamiento positivo consiste en :

• Relativizar
• No anticipar
• Buscar el lado positivo

Estamos ante el triángulo PSC, es decir, el pensamiento crea un sentimiento y ese sentimiento nos lleva a tener un tipo de comportamiento, porque no podemos olvidar esta gran frase EL LENGUAJE CREA REALIDADES.

Para este momento del taller empezamos contando un sueño pequeñito, y cuanto más engordábamos el sueño más nos crecíamos hasta acabar con una sensación de subidón. Fue tan divertido, primero eran sueños modestos, luego, eran sueñacos, hasta llegar el punto de que Meryl Streep entrega un óscar a uno de los asistentes.

Otra de las cosas con las que me quedo es que hay que ser inteligentes para saber qué podemos cambiar y que no. Toda decisión supone perder algo, y a veces nosotros somos objeto de la decisión, entonces si podemos cambiar las cosas hagamos por hacerlo, gastemos energías en eso, pero si no se pueden cambiar, aceptémoslo, no nos frustemos y miremos hacia adelante. Evitemos el sufrimiento gratuito.

¿De qué me es útil pensar esto? Una pregunta que no podemos olvidar, y nos tenemos que hacer.

Además, tenemos que saber en donde colocar el pensamiento en: neutro, molesto, desagradable, horrible. Es decir, relativizar. Porque siempre pensamos que lo que nos pasa es horrible, pero no, debemos saber colocarlo en su lugar.

Un ejercicio que me pareció muy útil relacionado con el NO ANTICIPAR fue, todos pensamos un secreto, y luego la chica de Psicode, Marina García, supuestamente a quién le pusiera el bolígrafo lo tenía que contar. El hecho de pensar que tenías que contar ese secreto generó un sentimiento, ansiedad, nerviosismo, pero todavía no lo habíamos contado, y no sabíamos si íbamos a ser nosotros, pero el anticiparnos nos provocó ese sentimiento. Al final, nadie lo contó, porque el bolígrafo no lo tenía nadie. Nos generamos un sufrimiento gratuito.

Terminó el taller con risoterapia. Fue realmente bueno.

Un taller útil, lleno de aprendizaje y teorías, además de técnicas y práctico, por lo que im 10 para PSICODE.