Gilipolleces / Nueve de cada diez personas ¡ Son Gilipollas!

Gilipolleces. Mira a tu alrededor: es la vida real, donde nueve de cada diez personas ¡Son gilipollas!. Esa es la primera frase que se puede leer en la contraportada del libro.

Son diversas historias, con personajes disparatados, la chica caprichosa bruta que no importan los medios siempre que se salga con la suya, el pringado, culodado experto en felaciones porque es un desecho social que no sabe hacer nada mejor, goon on the moon, el virgen, entre otros.

La ironía, el humor absurdo que roza la inteligencia, la brutalidad, la poca delicadeza que muestra esta obra gráfica literaria la convierte en una disparatada locura de la vida envuelta en una reflejo de lo que llamamos realidad. Una visión sin tabús que hace que todo se convierta en una burla a la vida.

Aquí tenéis la imagen de una viñeta. Historia. Chica que lee revista estilo cosmopolitan un artículo de que las mujeres seguras triunfan. Ella quiere adelgazar, porque su trasero supera las dimensiones mostradas, con ganas de triunfo va al jefe para crecer en su empresa. El jefe se siente atraído por sus grandes pechos y ese trasero. Consigue el ascenso, antes de que pase nada. Se muere de hambre para estar delgada y estar guapa para el hombre que la mantiene, pero este la deja de ver atractiva, así que el mal humor provocado por la falta de comida, sumado a sus ganas de sentirse algo, consiguen asustar al hombre. Así que finalmente, vuelve con su anteior amor, y recupera su trasero.Conclusión, su felicidad está en lo que consideraba su fracaso.

A veces, deseamos tanto algo que en vez de hacer bien las cosas, realizamos gilipolleces que nos alejan más de lo que queremos, consiguiendo cagarla, y llegar a un punto de no retorno. Desde el chico que te gusta, todas las gilipolleces que haces para conquistarlo, y finalmente él piensa que eres estúpida y te manda ahí mismo, o como tratamos a los amigos sin darle la importancia que realmente tienen, así como la manera en la que aceptamos las críticas o la poca capacidad de ser autocríticos o aceptarnos tal como somos.

De una manera diferente, y sin darle importancia, muestra las gilipolleces más comunes, aunque algo exagerado.

Me encanta 🙂