Catapam Band en directo

Catapam Band dieron el concierto en el Café La Trola, por Marqués de Vadillo, consiguiendo aforo completo. Justo la misma mañana escribí sobre ellos en mi gramófono, sigo pensando lo mismo sobre su música, pero una cosa es escuchar los temas, sabiendo que graban en condiciones difíciles y de momento todo es no profesional, pero el directo es otra cosa y detecté varias cosillas que… AUNQUE TENGO QUE RECONOCER QUE ME LO PASÉ EN GRANDE, porque en realidad es una banda de directo, y consiguen un directo limpio pero algo plano.

Empecemos por el principio. Aparecen en escena, y evidentemente, lo primero que vemos es su imagen. 3 de sus cinco miembros iban con chalecos, Richi y Rue llevaban el mismo lo que me pareció un puntazo, uno con una camiseta de RobEsponja y Rue como no, vestido con una camiseta de Loreak Mendian. Así que esta marca ya puede apostar por vestirlos, aunque no sé si aprobarían mucho al cantante, su estilo no quedaba definido: palestina, camiseta de manga larga, chaleco negro de vestir, chapa, y en las converse un cordón de cada color (un detalle diferente), pero… difícil de etiquetar. En esta banda los roles estaban muy definidos. Javi, al cajón, el tímido, Rue, multitask, el examinador (todo el rato mirando qué hacía la gente, controlando), Richi, percusiones varias, el showman, Alberto, guitarra eléctrica, el rockero, (con todo lo que eso conlleva, no digo más) y el cantante el sensible y tierno. ¿Que qué es esto?, Pues es una banda cuya música quiere ser de cantautor pero vestida de folk mestizo entre tradicional, latino y rock.Y algo de música trival y del mundo.

Aunque tiene una voz muy bonita, y las letras son de «ooooh», para escuchar, suena mucho a Ismael Serrano, por lo que se queda algo lineal al ir acompañado de esos instrumentos trivales lleno de ritmos, y guitarra… Me faltó movimiento, matices, tonalidades… De hecho, el único momento en el que se rompió un poco esa rectitud fue en la versión de vidas cruzadas de Quique González.En vez mirar tanto a Ismael Serrano yo haría algo más, en lo vocal, como DePedro o Carlos Chaouen. Porque estoy segura de que puede explotar muchísimo más la voz. Algún corillo tampoco vendría mal. 🙂

Aprovechando que me he puesto a sacar cositas que no me terminaron de convencer voy a continuar. (Ya sabemos todos lo que me gusta sacar errores, qué fácil es ver la paja en el ojo ajeno, pero va sin ofender y con todo el cariño). Creo que el directo aunque es animado, porque con esos ritmos trivales es imposible no serlo, pero se queda plano como dije antes, porque en ningún momento nadie (refiriéndome a los instrumentos), toma protagonismo. Para hacerlo más gráfico. Manual para salvar el olvido, ese vals, fue más bien un allegro, tocaron acelerados, y hay un momento en el que la guitarra eléctrica se hace unos riffs de balada de rock setentero que le dan a esa canción personalidad, pero pasa totalmente desapercibido, ahí es cuando todos los instrumentos deben sonar más flojito y esa guitarra cortar el aire con sus notas. Otros temas por el contrario fueron bajándolos, haciendo un ralentí extraño.  El concierto tiene que ser una montaña rusa de emociones, y si digo esto es porque estoy muy convencida de que tienen todo lo necesario para conseguirlo, pero les falta pulirlo.

Momento que me hizo mucha gracia fue cuando en una canción que hablaba de la rubia platino que luego era morena, el cantante se equivocó, se le fue la letra y buscó el apoyo en alquien de la banda. Si es que no se puede estar pensando en rubias… xD

Anda que, el huevón de Rue, que para 30″ que va a hablar el cantante lo mira y se sienta, será vago, y luego me cuenta que hace 50 o 60 km en bici todos los días, además cuando no le tocaba tocar se ponía a hablar o mirar hacia la cristalera de atrás y saludar. ¡Que eso da muy mala imagen!aunque reconozco que me hice su fan, fue tan extraño, raro y exclusivo ese momento.

Cuando vi el carrillón, para mí, metalófono, se ganaron todos mis respetos, es algo que me encanta. Además en la canción Parada de autobús el público lo dio todo, es que era imposible no darlo, cantaron con ellos, y aunque en sus miradas se intuía que se emocionaron que fue algo que no se esperaban, transmitieron apatía. Y, a pesar de decir que el tema Después de un concierto les encantaba no lo transmitieron, se recibió como un tema más.

Aunque, demostraron su calidad improvisativa, y de que pueden llegar lejos fue en el momento afinación, donde empezaron a improvisar y ese incómodo momento de todos los conciertos se convirtió en una fantástica fiesta. Consiguiendo que el público siguiera arriba.

Y, como no voy a mencionar a ALBERTO, ese fan que llegó tarde y se ganó el protagonismo de toda la sala. La verdad, es que Catapam Band son los cinco que tocan sobre el escenario y esa treintena de amigos que hacen que el concierto se convierta en un cálido momento, y la experiencia sea tan buen rollista, que te sientas como en casa. Yo estuve alrededor de los fanáticos del tema báilame el agua, así que cuando sonó este tema el suelo tembló y las manos se alzaron. Llega el momento de ponerle 5 estrellas y dedito para arriba a la actriz Rebeca Plaza, regidora del público, guapa, animada, divertida, entregada, circustancial, todo un placer haberla visto en escena, y si queréis verla en acción os animo a ir a ver la obra de Alicia, de la compañía Replika, con vestuario de Ágatha Ruiz de la Prada, y hay oferta en Atrápalo. 🙂

Sigo pensando lo que comenté en gramófono que musicalmente son muy buenos, y que tienen un estilo peculiar y diferente en un panorama saturado de rock. Me lo pasé como una enana porque diversión es otro de los adjetivos que les caracteriza, además de ese camuflaje en músicas del mundo. Habrá que seguir viéndoles porque merece la pena, y aunque haya sacado aquí errores, el concierto me encantó.