Pues después del teatro fui a la sala Caravan a ver a Naquen Beqer, un grupo donde nadie ma había sabido describir su música, así que no me quedó otra que ir a sordas para ver que escuchaba. Todo el mundo decía es raro.
Yo, más que raro diría que es un híbrido de estilos, pero instrumentalmente definiría como rock bañado en psicodelia, pero la parte vocal, con gran importancia, es melódica a veces, otras veces más reivindicativa, o el recital rapero de unos versos. Cierto es que sus letras no son sencillas, rozan la complejidad y retorcimiento.
Escuchaba por primera vez su repertorio pero me dejó impresionada el tema de «Pajarito», la letra era espeluznantemente preciosa, la música rompedora, y la voz de ella le daba ese toque dulce y rebelde. Pero no podemos olvidarnos de La Ciega, donde el surrealismo irrumpe en la realidad superando a la misma, Morir a los 27 o cumpleaños feliz, no me quedó muy claro el título, donde sacaron su lado oscuro, también mostrado en la Insatisfacción o alguien Viene. Entre un repertorio completo, dejando clara su esencia, lo que es su música, y hasta en las versiones no se dejaron llevar por la original. Versionaron a David Bowie.
Me gustaron bastante, me parecieron diferentes, y entiendo que es una música que no es de gusto de todos, se basa en silencios, detalles, sonidos ácidos e irónicos que cumplimentan lo inteligente. Una perspectiva ensortijada envuelve este rock suavizado por una voz cuya tonalidad es enigmática.
Tienen aún aspectos que mejorar, pero con tiempo, que están empezando y ya se les van notando las tablas. Tal vez la parte de los coros deberían mirarla, puesto que la voz de Pato es estruenda pero afinada, y la de ella a su lado parece frágil, pero también es verdad que en la sala en uno de los temas a él se le escuchaba mucho y a ella apenas, por lo que este aspecto resaltó más.
En general, el concierto fue entretenido y se hizo corto. Habrá que ir a más.
Diario de.... 