No hay mal que por bien no venga

Ayer, tras la cancelación del concierto de Vikxie, buscamos la alternativa ideal, cenita de Navidad con las «freakyfans», y la grupi, es decir, yo. Posteriormente concierto en el Búho Real de Izal , que aunque en formato acústico sonó mucho más que energético, no fue nada plano y también hubo momento para el humor, pero no contaremos eso, simplemente los afortunados que estuvimos ahí lo entenderemos.

Evidentemente, fuimos por casualidad y fue todo un descubrimiento, tanto, que terminamos comprándonos el disco y como buenas grupis, pidiéndo que nos lo firmara.

A la izquierda contamos con la firma del bajista, y a la derecha con la del cantante. Todo un hallazgo. Entre todos los temas que tocó, cuyas letras e historias me atrapaban, me encantó el conceto síndrome ameliesco, es decir, cuando encuentras a una persona y siempre le va  bien, todo es genial, nunca tiene un mal día, y entonces te entra esa envidia sana, ese odio asquerosamente cariñoso. Un poeta o narrador que capta bien los conceptos.

Sobre el escenario la interpretación era fundamental, sus gestos denotaban que estaban agusto, se lo pasaban bien, naturales y sencillos, empatizaban con el público haciendo del espectáculo algo cercano. Y, por supuesto, una música impecable. Arranca el spotify y a escucharlo, y para los no afortunados de tenerlo en el trabajo os dejo con el videoclip del single.

Es un placer encontrar cosas así, este es el encanto de Madrid. Así que el 21 de enero a la Honky Tonk a verles destrozar las paredes con un terremoto sonoro.

La crítica del disco y esas cosas en -www.gramofonoenlared.blogspot.com